Los precios de los metales industriales, como el cobre y el níquel, se desploman a medida que aumenta el temor a la recesión. El 1 de julio, el precio del cobre alcanzan su nivel más bajo en 17 meses.
En un momento dado, el cobre cae por debajo de los 8.000 dólares por tonelada, desplomándose un 20% en el segundo trimestre. Ha sido el peor trimestre en una década.
El aluminio y el níquel se han desplomado un 30% en el segundo trimestre, mientras que los precios del zinc han caído un 25%. El índice de los seis metales básicos de la LME ha registrado su mayor caída trimestral desde la crisis financiera de 2008. Algunas instituciones indican que la venta de metales industriales se intensificará en la segunda mitad del año.
Además, los precios del mineral de hierro en Singapur también caen bruscamente al intensificarse la preocupación del mercado por la producción de acero.
Edward Meir, analista de ED & F Man, dice que la venta del metal parece acelerarse al entrar en julio. Espera que el mercado del cobre se enfrente a un exceso de oferta de alrededor del 10% del total en los próximos dos años.
En comparación con los metales industriales, el crudo es bastante resistente a las caídas. Al cierre de las operaciones del 1 de julio, los precios del crudo WTI cerraron a 108,46 dólares, un 2,55% más, frente a los más de 120 dólares de principios de junio, pero con una subida de más del 40% en el año.
La mayoría de los datos publicados en Estados Unidos la semana pasada fueron débiles. La más notable fue la desaceleración del gasto de los consumidores. En consecuencia, los economistas de JP Morgan han rebajado sus expectativas de crecimiento para la economía estadounidense a mediados de año.
Mientras tanto, el PMI manufacturero de EE.UU. registró 53 en junio, un nuevo mínimo desde junio de 2020. Esto alimenta los temores de una recesión. Para combatir la elevada inflación, muchos países del mundo han subido los tipos de interés. Y se espera que la Reserva Federal suba los tipos otros 75 puntos básicos en julio.
Con las sucesivas y rápidas subidas de tipos de la Reserva Federal, crecen las expectativas de retroceso de la inflación. La recesión económicas mundial constituye un lastre más importante para la demanda. Los precios del cobre pueden tener más espacio a la baja.
El factor más directo que influye en el precio del cobre es la demanda de cobre en cada país. Si la demanda es alta, el precio del cobre sube. Si la demanda es baja o si se cancelan repentinamente las órdenes de compra, el precio del cobre se desploma.
La oferta de cobre afecta en cierta medida al precio del cobre. Por ejemplo, si los mineros del cobre se ponen en huelga, la producción de cobre caerá y el precio del cobre sufrirá una crisis.
Las compras de cobre se liquidan generalmente en dólares estadounidenses. Entonces, las fluctuaciones del tipo de cambio del dólar también pueden afectar al precio del cobre.
Además, los cambios en países concretos o en la economía internacional en su conjunto pueden tener un impacto decisivo en el precio del cobre.
Por ejemplo, el objetivo de compra anual de ETFs de Japón, de 6 billones de dólares fue cancelado. Esto provocó una rápida caída de los precios del cobre en la bolsa japonesa, que también afectó a los precios internacionales del cobre.
Ya sea el cobre o el aluminio, ambos constituyen la principal materia prima de la industria del alambre y el cable. Las fluctuaciones drásticas del precio del cobre pueden tener un gran impacto en la industria del cable. ZMS proveedor de cables eléctricos hemos establecido un buen sistema de control de riesgos. Esto proporciona un grado de cobertura contra el riesgo de las fluctuaciones de los precios del cobre y el aluminio.