Nexans ha ganado el contrato para el proyecto Celtic Interconnector de red submarina. Está desarrollado conjuntamente por EirGrid de Irlanda y el operador francés RTE. Este proyecto de 700 MW será el cable submarino XLPE más largo del mundo. También es el primer enlace submarino directamente conectado entre Francia e Irlanda.
HVDC Cable Submarino XLPE de Celtic Interconnector
El cable submarino eléctrico XLPE entre Francia e Irlanda utilizará tecnología de corriente continua de alta tensión de 320 kV. El proyecto eléctrico incluye 1000 km de cable en el mar. La línea cuenta con 40 km de cable subterráneo en Bretaña (Francia) y 35 km de cable eléctrico subterráneo en el condado de Cork (Irlanda).
Los cables se fabricarán en las modernas instalaciones de Nexans. 1000 km de cables submarinos se fabricarán en Halden (Noruega). 180 km de cables subterráneos se fabricarán en Charleroi (Bélgica). Los accesorios de cables se fabricarán en Cortaillod (Suiza). Está previsto que el proyecto esté listo para la producción en 2026.
Perspectivas del Proyecto Celtic
El proyecto Celtic Interconnector está reconocido como Proyecto de Interés Común (PIC) por la Unión Europea según la noticia. Permitirá el intercambio de electricidad entre Irlanda y Francia, suministrando energía a unos 450.000 hogares. Este cable eléctrico submarino es posiblemente una de las claves del desarrollo de un sistema energético europeo integrado.
El sistema eléctrico acelerará la transición energética ecológica de Europa fomentando las fuentes de energía renovables. El proyecto eléctrico Celtic ayudará a la UE a alcanzar sus objetivos en materia de política energética y clima. Se compromete a suministrar energía asequible, segura y sostenible para todos.
Los Cables Eléctricos Submarinos en Europa
El establecimiento de objetivos europeos de transición energética ha hecho avanzar el desarrollo de nuevas fuentes de energía de muchas maneras. El transporte de esta energía y potencia también se ha convertido en una de las cuestiones clave. Además, los crecientes problemas de seguridad energética en Europa están obligando a los países europeos a cooperar más estrechamente. En este contexto, se están llevando a cabo proyectos nacionales y transnacionales de cables submarinos.
Azerbaiyán y Georgia quieren cooperar en el tendido de un cable bajo el Mar Negro. El plan prevé la construcción de un cable debajo del mar de 1.000 km con una capacidad de transmisión de 1 millón de KW.
Una iniciativa liderada por la empresa española de telecomunicaciones AFR-IX está construyendo un cable de datos para el Mediterráneo. El proveedor de servicios de Internet se encargará de conectar varios países con este cable submarino de fibra óptica, de más de 7.000 kilómetros. Conectará España, Francia, Italia y Chipre con Marruecos, Argelia, Túnez y Egipto. Barcelona será el punto de partida del cable submarino, que se prevé esté operativo en 2025.
El Banco Europeo de Inversiones ha firmado con Terna un contrato de financiación de 500 millones de euros para el tramo oriental del cable submarino Tyrrhenian que unirá Sicilia con Campania. El proyecto pretende conectar Sicilia con Cerdeña y la península italiana mediante un doble DC cable submarino de 970 km y de 1.000 MW.
Los retos a los que se enfrenta actualmente el desarrollo de la energía en Europa no son sólo el elevado precio de la electricidad, sino también la complejidad de los procedimientos administrativos. Además, la seguridad energética está en mayor riesgo desde el conflicto ruso-ucraniano.